miércoles, 23 de septiembre de 2009

Al final aceptaron la propuesta del fiscal

El 14 de septiembre me citaron en Madrid para declarar como testigo del fiscal y de la defensa. Al final no tuve que intervenir: los alumnos citados a juicio, tres, y sus padres y madres aceptaron la calificación del fiscal y las medidas educativas que proponían, lo firmaron delante del juez y la vista no llegó a celebrarse. No ha salido en la prensa. Las sentencias de menores no son públicas, ni siquiera yo sé en qué consisten esas “medidas educativas”, y ellos y ellas, tiene cierta lógica, no lo han dicho en voz alta.

Tiene cierta lógica. Después de tantos meses en explicar el peligro que corrían (“seis años de cárcel”, “a los pies de los caballos” o “en las garras de la Audiencia Nacional”) y todo por mi única y exclusiva culpa debe ser difícil que se atrevan a decir ahora que ha primado la sensatez. Haber tenido que ir a Madrid a resolver este asunto es, sin duda, un exceso que demuestra la situación de excepción que hay respecto a estos temas y habría que cambiarlo, pero el resto del proceso ha sido sensato.

Sobre lo que había sucedido no había dudas porque uno de sus compañeros, que ya cuidaría de no aparecer él en las fotos en situación comprometedora, lo contó con todo detalle y ocho fotos. Lo sensato era que se hubiera podido tratar como un asunto del instituto, pero una vez hecho público eso era poco menos que imposible. Pero la sensatez se ha impuesto y la fiscalía ha venido a aceptar que con las dos sanciones decididas en el instituto era suficiente. Como había delito algo les ha debido caer y eso son las “medidas educativas”. No se han presentado como mártires, así que no será nada grave.

En mi anterior escrito decía muchas veces que estaba tranquilo respecto a mi actuación. Ahora puedo decir que estoy satisfecho. Defendí a la mayoría de los alumnos ante la manipulación a la que les sometían, evité un homenaje a quienes gritan “viva la muerte” y luego hice lo que pude para que nadie, ni el editor de fotos ni sus mentores, convirtiera a los alumnos implicados en mártires.

Afortunadamente para los implicados no me dejé mi ideología a la puerta de ningún despacho ni juzgado: llevo años aplicando la desobediencia crítica que es el fundamento de la insumisión a la violencia de opresión que veo tan cercana y que no es otra que la que hacen los grupos favorables a ETA contra cualquiera que discrepe con ellos. Si a alguien le sorprende esto que he dicho que piense en lo que me han hecho a mí y piense luego en lo que podrían hacerle a un alumno discrepante. Y, también es ideología, he seguido trabajando para defender las medidas pedagógicas frente a las estrictamente punitivas. Como esto parece que se ha logrado puedo decir que además de tranquilo estoy satisfecho.

Todavía puede haber otro juicio. Alguno de los alumnos implicados era mayor de edad y eso va por otro juzgado, también en la Audiencia Nacional. Habrá que esperar para darlo por definitivamente cerrado.

¿Y con ello se acaba todo? ¡Qué más quisiera yo que creer que sí! Pero las calumnias de LAB siguen ahí.

lunes, 31 de agosto de 2009

Puesto que pasó es para estar tranquilo.

Mejor habría sido que no hubiera pasado, pero puesto que sucedió lo que he hecho y vivido me permite estar tranquilo conmigo mismo. Si nos fijamos sólo en el final, que he dimitido y que me voy del instituto, puede parecer raro, pero eso es un mal resumen de este curso.

En realidad han sido dos sucesos. Por un lado lo del instituto, por otro lado el comunicado amenaza de LAB. Relacionados, sí, pero distintos.

Lo del instituto está claro: vi que algunos alumnos estaban a punto de hacer lo que no debían. Les advertí a ellos y sus padres de la gravedad del hecho. Pese a todo el acto se montó y yo lo desmonté quitándoles las fotos y demás parafernalia. No les abrimos expediente porque eso nos obligaba a poner en un papel oficial los nombres de esos alumnos contando lo que habían hecho, que ya sabíamos que podía ser delito, y eso podría ser algo que se nos escapara de las manos. Además no había tenido ninguna resonancia pública y el número de participantes reales (los del puño en alto), una veintena de más de 600 alumnos, bordeaba el ridículo. Así que nuestra intención era hablar con los alumnos implicados y con sus familias para que no volviera a suceder.

Sin embargo fueron ellos mismos, alguno de ellos, quien lo contó todo en una web de su entorno y dejó colgadas fotos en las que se identificaba perfectamente a muchos alumnos. Cabe suponer que quien lo hizo ya cuidó de no aparecer él mismo en una situación demasiado comprometida. Ya se sabe: las guerras las organizan los generales, pero los que se matan en el campo de batalla son los soldados rasos o simplemente civiles que están donde a los jefes les parece oportuno avasallar.

Y la hoja web llegó a un periódico al que le interesan este tipo de noticias. La información que dio era correcta, pero el titular de primera página, destacado en color diferente, era tendencioso. Un detalle: el escrito que ese mismo día enviamos al periódico para aclarar las cosas, sencillo, breve y, sobre todo, clarito, no lo publicó aunque el periodista que redactó la noticia me dijo que lo harían sin ningún problema. La carta acababa así: Quienes impulsan estos actos buscan una resonancia que su número no justifica. Hoy, al verse en Diario de Navarra, estarán contentos. Francamente lo lamento. Parece que este final sí que les supuso algún problema.

A partir de ahí el asunto se fue de nuestras manos. Imposible olvidar lo que me gritó a la cara señalándome con el dedo un policía municipal en uno de los múltiples episodios que organizaron los borrokas del instituto con los municipales en la puerta del instituto el curso anterior. “A usted le vamos a llevar a la Audiencia Nacional”. Entre todos casi lo consiguen. Ir tuve que ir, pero de testigo. Los que sí tuvieron que ir fueron algunos alumnos. Era inevitable una vez se supo lo que pasó. Es evidente que lo que ellos hicieron y ellos contaron tenía indicios de delito y el patio de un instituto no es territorio franco en el que las leyes no rigen. Y en la sociedad, para aclarar indicios de delito, ya sabemos qué instituciones hay, guste o no guste. Tener que resolver este incidente en la Audiencia Nacional a todos nos parece excesivo y debería cambiarse, pero es lo que hay y los alumnos estaban informados desde la víspera de intentar hacer el dichoso homenaje. Si alguien les anima (engaña) para promover ese tipo de actos debería explicarles claramente a qué se exponen.

Afortunadamente para los alumnos ha habido muchas personas que opinan que no, que el instituto no es territorio franco, pero que aun así cabe entender que cosas que suceden en su patio pueden ser tratadas en el ámbito educativo sin necesidad de llegar a lo penal. Empezando por dirección y seguido por el Consejero de Educación esto se ha explicado donde ha hecho falta y parece que las personas que tienen que decidir sobre el asunto así lo entienden.

He defendido a la mayoría de los alumnos del instituto del intento constante de manipulación al que les intentan someter pretendiendo que el centro sea no un centro educativo sino un centro de reclutamiento, he evitado un homenaje a un grupo que puesto que sólo sabe defender la muerte sólo merece el desprecio y cuando algunos alumnos se han visto en problemas por sus actos he intentado que las consecuencias no salieran del entorno razonable. Sin embargo en la votación de confianza los treinta apoyos fueron menos que los cinco noes, los seis blancos y las veintidós abstenciones (una mía, así que veintiuna) en conjunto. Sigo sin entender que los argumentos que escuché en mi contra (como que yo no había defendido a mis alumnos) tuvieran tanto eco, pero ya lo dijo creo que Chomsky al hablar de la teoría de la conspiración: “con tal de oponerse al análisis institucional el sentido común se acaba yendo al garete”. Sí, el sentido común al garete y yo y mi equipo a la dimisión.

El claustro de la votación de confianza fue un martes. El miércoles por la mañana hablé con varios compañeros que entraron en dirección para seguir manifestándome su apoyo, porque ya intuían lo que estaba pensando yo del resultado. A uno de ellos, a una, le dije que me parecía que quienes se abstuvieron y quienes votaron en blanco todavía no se habían enterado de en qué país vivimos. No, creo que no se habían enterado pero ese mismo día LAB dio su rueda de prensa. Igual algunos se enteraron entonces.

Porque ese miércoles se abrió la segunda parte del asunto, se dio a conocer el segundo suceso. Que el sindicato LAB diga en voz alta y por escrito, citándome tres veces con nombre y apellidos, que soy un chivato, un delator y un colaborador con su enemigo y esto tenga la resonancia que tuvo (dos páginas) en el periódico de su entorno hay que entenderlo como hay que entenderlo. Es una clara amenaza cuyas consecuencias pueden ser muy graves. Así lo entiendo yo y así lo ha entendido mucha gente. Lógicamente no puedo estar tranquilo y no lo estoy. Sé que me tengo que cuidar y lo hago. Pero sí que puedo estar satisfecho por todo lo que ha sucedido tras esa rueda de prensa.

El apoyo que he recibido ha sido impresionante. Lo que se ha visto en prensa (¡menos mal que tenemos Diario de Noticias!) y otros medios de comunicación es sólo una pequeña parte de lo que he recibido. Por carta, por correo electrónico, en la calle, ha sido constante el encontrarme con gente, alguna de ella hasta entonces desconocida, que me ha animado. Obviamente he recibido mensajes y he tenido encuentros en la calle de significado contrario, pero son muchísimos menos y me he dado cuenta de que sé darles el valor que se merecen, es decir, ninguno.

Hace algunos años igual hubiera tenido que esconderme inmediatamente. Ahora no lo he hecho. La sociedad se ha manifestado y está claro que a mi favor, a favor de lo normal. Ha sido verdaderamente emocionante notarlo una y otra vez. En el instituto y fuera de él. Una canción de Imanol dice “Halako lagunekin nor ez zoriontsu” (con estos amigos quién no es feliz). Pues eso, llegar al instituto y encontrar una carta firmada por todas las señoras de la limpieza (“esas heroínas silenciosas” que dice Montxo Elizalde en su carta que está en este blog), recibir cartas de alguna alumna y también de familias completas (padre, madre y alumna o alumno), padres y madres que tras la reunión con algún profesor pasaban por el despacho para saludarme, el cariño con que muchos compañeros, profesores o de administración y servicios, se acercaban a mí, el apoyo constante del equipo de dirección, los mensajes recibidos desde otros institutos,… han sido necesarios y suficientes para poder seguir ejerciendo de director hasta acabar el curso. En la calle igual. Es imposible saber quiénes han sido todas esas personas que una y otra vez me han parado por la calle, en el supermercado, en algún bar, para decir que están conmigo. No tengo por qué ocultarme: he podido comprobar que la inmensa mayoría de la gente es, como no puede ser de otra manera, normal y no admite esa chulería, esas amenazas, esa violencia.

Fue LAB quien llevó este asunto a los medios de comunicación en términos de enfrentamiento y ahora han dicho que ellos son “víctimas de un linchamiento mediático”. Está claro que ellos se lo han buscado y también está claro que todavía no han aprendido a distinguir un linchamiento de un posicionamiento claro de la sociedad frente a sus calumnias.

Mejor habría sido que no hubiera pasado, yo viviría más tranquilo, pero puesto que pasó es para estar tranquilo.

Ya toca mirar al futuro. El asunto judicial tiene un ritmo impredecible, así que no podemos ponerle plazo. Habrá que esperar para saber cómo acaba por ese lado. Mi asunto laboral sí que tiene fechas marcadas. El 30 de junio dejé de ser director. Antes mis compañeros me ofrecieron una comida de despedida. Tuve que dejar las cosas claras: nadie que no me hubiera apoyado sería bienvenido. Tanto citar la votación del claustro que nos llevó a la dimisión y parece que la mayoría no me apoyaba, pero no es así. Más de la mitad de los trabajadores se apuntaron a esa comida o pasaron por el despacho a justificar su ausencia y volver a darme su apoyo. Si en el claustro no lo hicieron han sabido rectificar. Al final un compañero consiguió una vez más emocionarme en nombre de todos con el cariño de sus palabras.

En septiembre no volveré al instituto. Si desde el primer momento he notado el apoyo claro del Departamento de Educación en todo este asunto, al final de curso lo volví a sentir cuando me ofrecieron un puesto en las oficinas centrales. Nunca me había planteado dejar de dar clase, llevo casi treinta años haciéndolo y me sigue apasionando, pero ahora necesitaba un respiro y este cambio de ocupación me lo da.

Los últimos días en el instituto fueron difíciles. En el equipo de dirección estábamos trabajando bien y teníamos ideas que desarrollar. No ha podido ser y esto sí que deja en mí un sentimiento de frustración. Revisando el proyecto de dirección que en su momento presenté encontré el análisis de debilidades-amenazas-fortalezas-oportunidades (el análisis DAFO, una buena herramienta de gestión de calidad) que hice. En el apartado amenazas señalaba, literalmente, “el esfuerzo incesable de algunos organismo externos para atraer a los alumnos”. De mí se podrán decir muchas cosas, pero no que no sé por dónde me muevo. Desgraciadamente no tuve suficiente apoyo en la votación de confianza del claustro y tuvimos que dimitir, pero sé que he estado en mi sitio y he hecho lo que he tenido que hacer de acuerdo con mi conciencia y mi responsabilidad. En el último claustro de junio al despedirme me olvidé de decir algo que quería decir. Ha sido un honor ser el director de Iturrama. Creo, además, que he sabido responder a ello.

Por eso tengo claro que mejor habría sido que no hubiera pasado pero que puesto que sucedió podemos estar tranquilos. Yo y quienes me han apoyado, porque yo sólo no hubiera podido. Gracias por ello, eskerrik asko!

martes, 9 de junio de 2009

Los jóvenes de Iturrama

Iñaki Azkona, Diario de Navarra 02/03/09

(Este artículo, publicado por Iñaki Azkona en su columna del Diario de Navarra, me llegó tarde pero no por ello pierde su interés)

Estoy de acuerdo con Sabino Cuadra cuando dice que las principales víctimas del asunto del instituto Iturrama son los alumnos y alumnas que han quedado en manos de la Audiencia Nacional (Diario de Noticias, 19/2/09). Es lamentable que un incidente escolar haya llegado hasta semejante tribunal. Puede tener consecuencias graves.

Sí, pero si creo que son víctimas reales es por otras razones que Sabino no comenta. Esos jóvenes se han convertido –los han convertido- en los últimos protagonistas y víctimas de la comedia esperpéntica que se representa en Euskal Herria.

Ya se sabe que los jóvenes son tan generosos como fogosos. Se vuelcan en la acción sin pensárselo demasiado. Se zambullen de inmediato en mares en los que la gente de más edad no se metería.

Aunque no tengan órdenes concretas el comportamiento de estos jóvenes está condicionado y dirigido. Atrapados en una pinza perversa, están azuzados de un lado, por la mistificación quimérica de la lucha a favor de un pueblo imaginario, lucha de la que se aceptan todas sus expresiones, y, de otro lado, por las demasías de toda clase de policías y por la persecución de “supuestos” sistemas de Justicia. Políticos hipócritas que se llenan la boca con la palabra democracia les incitan, y gente que tiene interés en que esta lucha inútil se prolongue se aprovecha de su inocencia y de sus energías. La mayoría de los medios de comunicación los presentan como demonios. O los convierten en héroes. Están condenados a la rebeldía y el sectarismo.

El acto del patio de Iturrama de aquel triste día del gudari no surgió espontáneamente. No fue, como algunos quisieran, un inevitable meteorito caído del cielo. Antes al contrario, existe tras él una serie de decisiones concretas tomadas por quienes aún impulsan esta absurda pelea.

Claro que estos jóvenes atrapados en esta espesa salsa son víctimas. Muchos de ellos tienen su futuro en peligro. No sólo ellos, pues ahí también se genera sufrimiento en sus familias y amigos.

La denuncia del sindicato LAB al director es una ignominia. Indica más la catadura del denunciante que la del denunciado. Ojalá no traiga peores consecuencias. El director ha demostrado sobradamente de qué mimbres está hecho: luchador por la paz, opositor directo a la mili, portavoz y trabajador incansable del colectivo que logró que el colegio San Francisco siguiese en funcionamiento, uno de los pocos implicados de forma personal en la defensa de los derechos de los euskaldunes ante sus conculcaciones por parte de las administraciones públicas, y buen director y gestor de instituto, responsable de sus propias obligaciones.

Sí, los jóvenes son víctimas, y el director, los padres, todo el instituto… y la educación en euskera. ¿Quién gana con todo esto?, ¿a quién favorece los gudari eguna, los jóvenes borrokas, los sindicatos radicales actuando así en nuestros centros? ¡Para qué queremos campañas de matriculación!

domingo, 24 de mayo de 2009

Pedro ante la asamblea de Padres y Madres

El 20 de mayo la APYMA del instituto convocó una asamblea a la que me invitó a participar para explicar lo que había pasado desde la asamblea anterior de octubre. También querían que participaran los padres y madres de los alumnos afectados, pero a última hora éstos decidieron no hacerlo.

Lo que sigue es el texto que leí. Es largo, pero creo que tiene su interés, porque realmente es lo primero que escribo para explicar todo. Me parecía necesario que los primeros en recibir estas explicaciones fueran los padres y madres del instituto.


Arratsalde on guztioi, buenas tardes a todos.

Antes de empezar quiero daros las gracias por todo el apoyo que he recibido estos meses. He tenido motivos para estar hundido pero gracias al cariño que he recibido de tantas y tantas personas creo que podré salir adelante.

También quiero daros las gracias por haber organizado esta asamblea. Para muchos de nosotros era necesaria, pero no ha sido fácil. El tema se ha salido absolutamente de cualquier marco previsible y hace que todo sea más difícil, pero gracias al esfuerzo de la APYMA y de la comisión de convivencia al final hemos conseguido reunirnos para hablar.

En la presentación que hemos escuchado se marcan los objetivos de la reunión. Creo honradamente que esto es lo que venía a decir el Consejo Escolar en el documento que aprobó con 10 votos a favor, ninguno en contra y 3 abstenciones el pasado 12 de marzo y que ya la APYMA ha refrendado como suyo.

El primer punto es el que manifiesta el apoyo de la comunidad escolar al director, a mí. Ya os he dicho cuánto lo necesitaba y cómo lo agradezco. Tengo que añadir, sin embargo, que la trascripción que se ha hecho no es exacta. El Consejo escolar decía que las acusaciones contra mí eran “injustas”, lo que es peor que ser “graves”. Pueden ser justas siendo graves, pero no lo eran. Graves sí, injustas también.

Además se añadía algo que no se ha dicho aquí y es que se pedía al sindicato LAB que las rectificara. No tengo ninguna esperanza que lo haga, y conste que con ello hay mucho en juego, pero creo que es importante recordar que así se le ha pedido también desde el Consejo Escolar del instituto. La autocrítica es un requisito ético básico en la acción de la izquierda y en este punto está claro que ese sindicato falla.

El siguiente punto del que voy a hablar no es el segundo, sino el tercero. El Consejo Escolar, entendiendo la preocupación de los alumnos y las familias afectadas, pide a quien pueda hacer algo que lo haga para que el tema vuelva a ser considerado como un asunto disciplinario interno del instituto.

Sobre lo que ha pasado poco más puedo añadir. Quizás sí que tenga que aclarar algo que está confuso y fue la decisión de no informar inmediatamente a las familias de los alumnos que identifiqué. Ahí tuve una duda grande y la sigo teniendo. Sé por qué opté por la discreción: para atrasar lo más posible el previsible escándalo, que poco iba a favorecer de cara a las decisiones judiciales, y para evitar un disgusto a algunas familias, porque estaba convencido que sólo unos pocos de los identificados iban a ser citados por el fiscal, que fue lo que pasó. Opté por la discreción y alguna familia me lo ha agradecido, aunque entiendo que no estén contentos conmigo. Están en su derecho de pensar que hubiera estado mejor callado.

Pero una cosa es optar por la discreción y otra por el secreto. Mi decisión no fue secreta. En el consejo escolar de diciembre, el primero tras tener que escribir mi informe, ya dije que había tenido que identificar a alumnos y en el de enero no dije los nombres, pero sí que expliqué el criterio que había seguido. Los alumnos de bachillerato, no de ESO, que estaban en la primera fila además de los dos expedientados. Y entonces las fotos seguían estando en la web de gaztesarea, así que de secreto nada. Y volví a decir que cuando supiera que a alguno se le iba a llamar a declarar se lo diría a la familia, que es lo que hice cuando volví de Madrid. Y mientras tanto a todo alumno, alumna, padre o madre que vino a preguntar por su situación se la dije. La suya, no la de los otros.

Desde el punto de vista de suavizar las decisiones judiciales creo que hice bien. Cuando estuve en Madrid todavía no sabían la que se estaba montando aquí. La nota de LAB salió la víspera y yo ya tuve cuidado de no hablar de ella, una vez más para favorecer a los alumnos implicados. Pero entiendo que es una decisión discutible y algunos padres y madres así me lo hicieron saber. Por eso os envié a todos una carta pidiendo mis disculpas por haber hecho algo que, igual, quebraba la confianza hacia el director.

Si ahora volviera a suceder lo mismo seguramente lo diría inmediatamente. A mí el escándalo no me lo quitaría nadie, a algunas familias se les preocuparía innecesariamente varios meses en lugar de quince días e igual el tema judicial se agravaría, pero nadie podría decir que el director ocultase nada.

Uno de los comentarios que más me han dolido de los que he escuchado es que como director estoy obligado a defender a los alumnos y este caso no lo he hecho. Me parece que es injusto. En primer lugar tengo que defender a todos los alumnos, no sólo a los que se empeñan en hacer lo que les da la gana. Cuando en septiembre decidimos que este acto no se debía celebrar estábamos, sin duda alguna, defendiendo a esa inmensa mayoría de alumnos que no quieren participar de este tema y que están siendo utilizados como población cautiva.

Recordad las muchas situaciones de tensión que vivimos el año pasado con la policía y que en la mayoría de las ocasiones pudimos reconducir gracias a la actitud de dirección. Un alumno, un día, me chilló: “deja de hacerte el héroe”. No es que vaya de héroe, pero tengo que evitar que esos incidentes provocados por especialistas en tirar la piedra y esconder la mano vayan a mayores e impliquen a el resto de alumnos y alumnas. También tenemos que evitar que el acto de septiembre lo utilicen como punto de arranque para hacer del instituto el centro de reclutamiento de chavales menores de edad en un tipo de actividades que cada vez tienen menos eco en las personas maduras.

Por eso, cuando impedí el acto de septiembre estoy seguro de que defendía a la mayoría de los alumnos del instituto, pero a partir de entonces también tengo claro que he defendido a quienes insistieron en celebrar el acto. Primero decidimos no abrirles expediente porque no había tenido resonancia en los medios de comunicación pero también porque de ninguna manera podíamos relacionar en un documento oficial el hecho, que nos parecía que podía ser delito, con los nombres de ningún alumno. La decisión fue clara: a pesar de la evidente falta optamos por protegerlos para empezar e íbamos a hablar con ellos y sus familias para continuar. Lo que no sabíamos es que lo iban a contar ellos mismos con un texto detallado y con ocho fotos sin tapar ninguna cara. Lo que no ha pasado en ningún otro instituto de Euskalerria.

Una vez publicado todo por ellos sólo era cuestión de tiempo que pasará lo que pasó. Se lo dejaron en bandeja a quienes esto le interesaba. Y así me he visto obligado a declarar y a identificar. Haberme negado hubiera sido interesante para quienes impulsan estrategias de desligitimación de todo lo que no les gusta (ellos la montan y yo pringado), pero hubiera valido de poco. Tenía la obligación de colaborar y lo he hecho, pero sin pasarme. Sólo he contado lo que aparece en la dichosa hoja web y me he callado otras cosas que puedo saber. Eso ha sido mi guión. Sólo en mi declaración de Madrid dije una cosa más y fue a preguntas del abogado defensor.

Afortunadamente para los alumnos implicados ha habido muchas personas que han hecho cuanto ha estado en su mano para que esto volviera a los cauces del instituto. El primero yo y mi equipo directivo, pero ha habido otras personas que han tocado todas las teclas que han podido para suavizar la situación. Tengo que mencionar a dos en especial: Carlos Pérez-Nievas, consejero de Educación, y Uxue Barkos, concejala miembro del Consejo Escolar pero también diputada en Madrid. Ambos se han esforzado en explicar que con los expedientes del instituto es suficiente, que es un asunto educativo y no penal.

Poco puedo informar sobre el tema pero parece que las cosas por ese lado van bien: por lo que parece a lo mejor ni siquiera hay petición fiscal. “Parece”, “a lo mejor”,... tengo que dejar claro que es algo que no está en nuestra mano y puede cambiar, pero las impresiones son buenas. Por ejemplo las últimas declaraciones han sido en Pamplona, no en la Audiencia Nacional.

Como podéis ver se ha trabajado en la línea que nos pedía el Consejo Escolar en ese tercer punto y parece que se ha conseguido el resultado deseado.

Y he dejado el 2º punto para el final porque creo que es el más interesante, porque es el que mira al futuro. Ya sabemos lo que ha pasado, probablemente no tendrá ya mayores consecuencias para los alumnos, pero está claro que esto no debe volver a pasar y en eso nos tenemos que esforzar todos.

Hay una cosa en la que la mayoría de las personas aquí presentes estaríamos absolutamente de acuerdo. Cuando el Diario de Navarra sacó la noticia además de para informar también la sacó para fastidiar, para fastidiar al modelo D. Pero somos muchas las personas las que creemos que ha habido personas que les han hecho el juego y esto no se entiende. Aingeru Epalza lo dijo claro en el Diario de Noticias: Iturramako institutuaren auziak erakutsi digu, bertzalde, barnean ditugula etsaiari bidea zelaitzeko prest daudenak. Batzuek nekez dute barneratzen gure geletatik ez direla neska-mutil borrokalarienak atera behar, ezta abertzaleenak ere, baizik eta erneenak, langileenak eta eskuzabalenak. Euskaldunenak, izan izanen dira; aski genuke euskaldunak izanda. (El asunto del instituto Iturrama ha dejado claro, por otro lado, que hay entre nosotros quien está dispuesto a abrirle puertas al enemigo. Hay algunos que difícilmente aceptan que no se trata de que de nuestras aulas salgan los chicos y chicas más luchadores, ni siquiera los más nacionalistas, sino los más despiertos, trabajadores y generosos. Los más vascos ya los habrá, pero bastante tendríamos con que fueran euskaldunes/vascoparlantes)

No debería volver a pasar.

Pero dejando de lado la situación del modelo D hay algo que también es importante, es más importante para quienes nos importa la educación de nuestros alumnos y alumnas, de nuestros hijos e hijas. Cuando vienen al instituto vienen a formarse. Formarse es estudiar y más cosas, muchas más cosas. Pero en el instituto hay que respetar un ambiente y hay que impedir que nadie se aproveche del instituto para crear su propio ambiente. El curso pasado vimos como intentaban una y otra vez que problemas ajenos al instituto entraran de la peor de las maneras posibles en el patio del instituto. Hemos avanzado en este tema. Este año ya no hemos tenido la manifestación semanal que tantos esfuerzos costaba controlar los cursos pasados. El patio del instituto en el recreo ha sido eso, patio de recreo y no lugar de celebración de actividades que tienen otro lugar y otras horas.

Claro que en otro lugar y a otras horas cada vez les cuesta más reunir gente suficiente para nada. Aquí les bastaba con cortar la calle un momento, salir corriendo hacia el instituto y con un poco de suerte entraba la policía y se montaba un escándalo. Incluso con un poco más de suerte había una víctima. No entre los organizadores, claro, que ellos tiraban la piedra y escondían la mano y todo el cuerpo detrás de los chavales de ESO que no se enteran todavía de demasiado y que asistían a esto como a un espectáculo.

El follón que se ha montado con el sumario de la audiencia nacional y que ha incluido las calumnias contra mí ha dejado en segundo plano lo más importante. Ha habido alumnos de este instituto que han pretendido hacer un homenaje a ETA en el patio del instituto. Esto es, se mire como se mire, inaceptable y esto es lo que hicimos en septiembre. No lo aceptamos, decidimos impedirlo y lo abortamos. Afortunadamente para el instituto y el modelo D, afortunadamente para los organizadores, afortunadamente también para el resto de alumnos.

Y esto es lo que habrá que hacer en cualquier momento en que se pretenda hacer algo parecido. No hace falta que esté en nuestras normas de convivencia. Es pura lógica.

El 2° punto del acuerdo del Consejo Escolar llama “a todas las personas de la comunidad educativa del instituto a evitar que hechos como los aquí analizados se repitan en el futuro y se comprometan a respetar las normas de convivencia que hay en cualquier centro educativo”. El año que viene va a haber nuevo director y tendrá que tomar decisiones, mañana mismo seguiré siendo yo el director y seguiré teniendo que tomar decisiones. No puede estar todo previsto en las normas de convivencia, pero lo que sí que se tiene que entender es que en una sociedad, aunque sea pequeñita como ésta, alguien tiene que tener la última palabra y que esto no es autoritarismo, sino la única forma de funcionar. Y no es autoritarismo porque hay mecanismos de control. El Consejo Escolar, la APYMA, el claustro del profesorado, los recursos tras las sanciones,...

Esta misma asamblea es un ejemplo de que hay mecanismos de control. No ha sido nada fácil organizarla. Han sido muchas las reuniones que ha habido que hacer en la APYMA, con la comisión de convivencia. Sé, por lo que me habéis contado, que ha habido que hacer un gran esfuerzo para acercar posturas al menos en la dinámica y objetivos de la asamblea. Pero al final la habéis convocado y aquí está el director para dar la explicaciones que se le pidan.

El director no puede actuar sin control, pero tiene que poder actuar con la confianza de que cuando se le pidan cuentas se va a hacer de forma razonable, recurriendo a los instrumentos de los que se disponen. Y esto vale tanto para los grandes temas como para los pequeños.

La comisión de convivencia, que este curso ha estado formada sólo por profesores pero que seguramente enseguida pasará a trabajar también con la APYMA, con los alumnos, con el personal de administración y servicios, estoy seguro de que va a hacer un gran esfuerzo no para regular todo, que eso no es posible, sino para articular los foros de discusión donde establecer los puntos de encuentro ante cualquiera de los problemas que pueden surgir.

Y en el día a día hay que aceptar que la última palabra, a veces de forma instantánea, la tiene el director y eso hay que respetarlo. Si no el instituto no puede funcionar y a todos nos interesa que funcione. Confiar en él, o en ella cuando sea mujer, y si luego hay que exigirle explicaciones se le exigen. La crítica también es aceptable, pero que sea crítica como es debido.

Me gustaría poder acabar ya dándoos las gracias por haberme invitado a esta asamblea, pero antes tengo que volver a hablar en un plano personal. Acabo de decir que la crítica es aceptable, pero como es debido y en este caso algunas críticas hacia mí han superado con mucho el nivel de lo aceptable. La carta que se repartió en la puerta del instituto firmada por unos padres (no por todos los padres y madres afectados, que hay quien me llamó expresamente para decirme que no tenían nada que ver con ello) me parece que excedía lo aceptable. Pero sobre todo me parece inaceptable lo que dijo y sigue diciendo el sindicato LAB de mí. Es inaceptable porque es injusto y porque me pone, todos sabemos en que país vivimos, en una situación peligrosa.

Estoy seguro de que en esta asamblea hay personas militantes de LAB. Yo no soy de los que mete a todos los de LAB en el mismo saco y por eso quiero pedirles a ellos lo mismo que pedí a sus dos portavoces en educación: haced lo que podáis para parar esto. Lo necesito.

Muchas gracias, eskerrik asko.

Pamplona-Iruñea, 20 de mayo de 2009

jueves, 19 de marzo de 2009

Acuerdo del Consejo Escolar de Iturrama

El Consejo Escolar del instituto Iturrama se ha reunido el día 12 de marzo de 2009, en sesión extraordinaria, para analizar la situación creada tras el conato de homenaje que un grupo de alumnos intentó llevar a cabo el 26 de septiembre pasado. A esta reunión asistió el Consejero de Educación Sr. Pérez-Nievas así como padres y madres de algunos de los alumnos incluidos en las diligencias previas que a raíz del caso está instruyendo la Fiscalía de Menores de la Audiencia Nacional.

Tras recibir la información y analizarla, el Consejo Escolar ha acordado lo siguiente:

1º: Manifestar su apoyo al director del centro Pedro Otaduy Ibáñez ante las injustas acusaciones realizadas en su contra por el sindicato LAB-Enseñanza, a quien se pide que las rectifique.

2º: Llamar a todas las personas de la comunidad educativa del instituto a evitar que hechos como los aquí analizados se repitan en el futuro y se comprometan a respetar las normas de convivencia que hay en cualquier centro educativo.

3º: Entendiendo la preocupación de algunos alumnos y sus familias por las consecuencias judiciales que esos hechos pueden tener, solicitar a las personas e instituciones que tengan que decidir sobre su valoración que hagan cuanto esté en su mano para que este incidente ocurrido en el patio del instituto sea así considerado y se entienda que las medidas disciplinarias decididas ya en el instituto son suficientes para sancionar los hechos.

En Pamplona-Iruñea, a 12 de marzo de 2009
(Acuerdo aprobado con 10 votos a favor y 3 abstenciones)

jueves, 12 de marzo de 2009

Internacional de Resistentes a la Guerra / War Resister's International

Londres, 09 marzo 2009

Escribo en nombre del Comité Ejecutivo de la Internacional de Resistentes a la Guerra para decir que durante dos décadas Pedro Otaduy ha colaborado estrechamente con nuestra organización. Le conocemos a través del Movimiento de Objeción de Conciencia, - la campaña de insumisión, y también la campaña de objeción fiscal a los gastos militares-. Es una persona con principios muy coherentes y un compromiso fuerte hacia el dialogo y la noviolencia. Tiene nuestro respeto y confianza.

Howard Clark, presidente,
War Resisters' International / la Internacional de Resistentes a la Guerra

martes, 10 de marzo de 2009

Nota pública del colectivo Alternativa Antimilitarista / Iruñeko KEM-MOC

Iturrama: ¿campo de batalla o centro de enseñanza?

Una vez más, el mundo educativo ha saltado a la palestra mediática. Una vez más, se ensalzan las actividades de quienes recurren a la fuerza, se usan tribunales de excepción para criminalizar a la juventud, y una vez más una persona es criminalizada públicamente utilizando para ello la manipulación. Una vez más, la lógica militarista se hace presente en nuestro entorno, esta vez durante los recientes sucesos relacionados con el Instituto de Enseñanza Secundaria Iturrama, de Pamplona.

Ante todo ello, y ante las acusaciones públicas lanzadas contra nuestro compañero Pedro Otaduy, queremos hacer públicas algunas reflexiones, con el objetivo de rechazar firmemente las acusaciones vertidas contra él, y también, por qué no, intentar desmontar lógicas y estructuras militaristas que no hacen sino generar sufrimiento y perpetuar injusticias:

1. Llevamos muchos años defendiendo públicamente la eduación para la paz, antes de que desde oficinas ministeriales se intentara asimilarla a un mero acatamiento del orden establecido, antes de que el propio ejército quisiera utilizarla como marco en el que introducirse en escuelas e institutos bajo el disfraz de las intervenciones humanitarias. Hemos impulsado redes de escuelas insumisas, defendiendo que el mundo educativo no puede ser lugar en el que se aliente la resolución de las diferencias recurriendo a la violencia. Queremos, sabiendo que es difícil, una escuela para el debate, para la confrontación dialogada, para la disidencia activa. Por eso también queremos dejar claro que nos parece realmente muy poco educativo y constructivo realizar homenajes a militantes de ETA en los centros de enseñanza. Poco constructivo, e incluso hiriente, teniendo en cuenta que parte del alumnado o profesorado puede haber sufrido de cerca su violencia. Pensamos, en suma, que la lógica de funcionamiento de la escuela y la de las organizaciones militares son incompatibles, al menos en nuestro modelo pedagógico.

2. Defendemos el diálogo como método pedagógico, y por eso pensamos que es totalmente ajeno a la lógica de la escuela resolver los conflictos internos en instancias judiciales ajenas al mundo educativo, especialmente en un tribunal excepcional, como es la Audiencia Nacional, especializado en los últimos años en profundizar la lógica represiva. De hecho, esta institución ha sido clave dentro de un clima maniqueo e inquisitorial para ilegalizar partidos, medios de comunicación y hundir la vida de cientos de familias, todo un ejemplo de “cultura de guerra preventiva” policial y judicial que desprecia derechos humanos y garantías procesales, persiguiendo también a compañeros activistas noviolentos.

3. Pensamos que todas estas dinámicas tienen como meta llevar el campo de batalla a los patios de instituto. ¿Con qué objetivo se impulsan homenajes a sabiendas de su ilegalidad y de las consecuencias legales que pueden tener para sus organizadores? ¿Con qué objetivo se publicitan las fotos con orgullo en internet, sin advertir para nada a quienes aparecen en ellas del peligro legal que conllevan? ¿Con qué objetivo convierte el Diario de Navarra en noticia destacada un simple acto realizado en un recreo de un centro de enseñanza pública en euskera? ¿Con qué objetivo se lleva a la Audiencia Nacional este proceso? Por último: ¿por qué recurre la fiscalía al director del centro para identificar a los alumnos cuando tiene medios de sobra para hacerlo por sí misma? ¿Por qué se acusa al director del centro de una dinámica represiva que él no ha iniciado y que no tiene capacidad de detener? Nos reafirmamos en lo dicho: hay quien piensa que es rentable políticamente cavar trincheras en los patios de instituto, y hay quien tienen muy claro que cualquier método es lícito para desprestigiar a la enseñanza pública en euskera.

4. En este sentido, las recientes acusaciones de dos miembros del sindicato LAB y de otros colectivos contra Pedro Otaduy han sido un muy claro ejemplo de manipulación irresponsable. Manipulación, sí. Es verdad que la fiscalía le ha obligado a identificar a alumnos que aparecían en fotos publicadas, y también que él ha identificado a parte de ellos. Ahora bien, dejando de lado la obligación legal de declarar, dejando de lado la irresponsabilidad de quien publica fotos de actos ilegales sin avisar a sus protagonistas, dejando de lado las divergencias que tenemos con el director en la gestión de todo este proceso, creemos que hace falta ser un manipulador nato para pensar que las fuerzas policiales necesitan de un director de instituto para identificar a personas que aparecen públicamente a cara descubierta en actos que pueden constituir delito. Por todos es sabido que la Audiencia Nacional tiene medios para ello. Medios legales, y medios ilegales también. Todo depende del interés que tengan. Insistimos en la irresponsabilidad porque difamar así a una persona, acusarla públicamente de delitos tan graves, es criminalizarla públicamente.

5. No tenemos por qué estar de acuerdo con todas las actuaciones de nuestro compañero, y de hecho en alguna no lo estamos. Él mismo ha reconocido a padres y madres que ha cometido errores en la gestión de todo este proceso. Ahora bien, quienes ahora le acusan deberían recordar cuántas veces ha tenido que dar la cara Pedro Otaduy a la puerta del instituto frente a personas uniformadas, cuántas veces ha negado la entrada a la policía. Deberían recordar también que es uno de los únicos, si no el único, director de un instituto que ha llegado a expulsar a policías del recinto escolar, recibiendo incluso amenazas por parte de alguno de ellos. Pedro se ha opuesto a la celebración de homenajes a miembros de ETA en su instituto, del mismo modo que también se ha opuesto a que agentes armados entraran en el centro.

6. Y es que son ya muchos años de trabajo antimilitarista los que lleva sobre sus espaldas. Quienes le conocemos sabemos que lleva muchos años defendiendo con firmeza la enseñanza pública en euskera y oponiéndose a la lógica de la guerra. Compartimos con él año a año la campaña de objeción fiscal a los gasto militares, y hemos sentido su apoyo y compromiso en los duros años en que cientos de insumisos fueron, fuimos, encarcelados. Se podrá estar de acuerdo o no con todas sus actuaciones como director, pero es injusto acusarle de escaladas represivas que él ha intentado por muchos medios evitar.

7. Queremos terminar, por lo tanto, defendiendo la eduación para la paz y la disidencia, una educación crítica que frente a la cultura del odio y la obediencia ciega oponga una cultura del diálogo y de desobediencia civil frente a leyes injustas. Una educación en la que sobra la exaltación de organizaciones militares, sobra la Audiencia Nacional, y sobran también, claro está, acusaciones manipuladoras e irresponsables contra educadores como nuestro compañero Pedro Otaduy.

Alternativa Antimilitarista
Iruñeko KEM – MOC